Como algunos de vosotros sabéis es tiempo de cambio en mi situación profesional.
El día 1 de febrero me reincorporé al Ayuntamiento de Calviá como funcionario. Mi puesto está en la Policía Local como Responsable del Gabinete Técnico de Planificación y Calidad de la Policía Local.
Hace 14 años que emprendí la aventura de la consultoría, y entonces hacía también 14 que había comenzado a trabajar (con 19 años) en el Ayuntamiento. Parece pues que ya conozco mis ciclos laborales. Se me antojan algo largos, pero ahí están.
Para mí estos últimos han sido especialmente interesantes y enriquecedores en lo personal y en lo profesional. No puedo menos que agradecer a todos mis clientes la oportunidad de haber participado en múltiples y variados proyectos en diferente administraciones, empresas y organismos. Gracias a todos por haberme otorgado su confianza que, como sabemos, es la clave de cualquier actuación de este tipo.
Y también quiero agradecer a todos los compañeros y colaboradores la ayuda recibida y sobre todo lo que he aprendido con ellos. Muchos de los proyectos no hubieran sido posible sin ellos.
Ahora que he dejado ese, a veces, denostado mundo de la consultoría, quiero romper una lanza por los que se dedican dignamente a esa digna profesión (que los hay). Sinceramente creo que esta figura externa sigue siendo imprescindible para determinadas situaciones y momentos coyunturales de las organizaciones.
Y ahora estoy integrándome en el revuelto (y también denostado) ámbito de los trabajadores públicos (parece que no acierto una¡).
Miraré si existe y me apuntaré a algún club de los que piensan que los trabajadores públicos no somos todos «unos vividores» y unos privilegiados. Es cierto que ese club debe tener entre sus principios una visión autocrítica de lo que hacemos y cómo lo hacemos. Es el momento de ser valientes, explorar, innovar y cambiar. Por eso creo que éstos son unos momentos interesantes para vivirlos en la administración pública, y por eso empiezo con una renovada ilusión, ánimo y ganas de aportar cosas positivas, y más aún trabajando en una organización a la que aprecio y para un pueblo en el que vivo y quiero.